Minuto 90 entrevista al único representante cordobés de la Selección Española de Notarios. «Si llego a saber esto, estudio más y apruebo mucho antes», afirma el fedetario

Como buen sevillista hasta la médula que es, Rafa idolatra a Palop (arquero como él), y no titubea lo más mínimo a la hora de afirmar que “si llego a saber cómo estaba organizado todo esto de la Selección, hubiera aprobado las oposiciones mucho antes, habría estudiado más”.

Y es que, para este particular profesional conocido en Córdoba como el ‘notario futbolista’, “la Selección es lo más importante. De hecho, si me coincide con la despedida de soltero de un amigo, ya he avisado que no iría; mi compromiso con los compañeros es lo primero”. Y añade citando a Valdano: “El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes”.

Para conocer el origen de esta Selección Española de Notarios, debemos de retrotraernos al año 1986, cuando varios notarios de distintas partes de España decidieron reunirse con la excusa de disputar un encuentro entre ellos. Esa idea le gustó tanto a un notario italiano, amigo de ellos, que decidió importarla a su país, como también harían alemanes, franceses, holandeses…

Desde entonces, la Selección Española, de la que Rafa Bescansa es un fijo bajo palos, es una de las grandes potencias futbolísticas del sector y se ha impuesto en tres de los últimos seis Campeonatos de Europa de Notarios.

Casi una década después de debutar con la Selección, Rafa recuerda a la perfección esos primeros momentos en los que llegó, recién aprobado, a un grupo de amigos que ya le conocían como “el que una vez corrió medio desnudo por las calles de Sevilla”.

El hecho es que nuestro protagonista cuenta con unos amigos con gran memoria. Un día de fiesta, cuando comenzó a estudiar las oposiciones, según nos cuenta Bescansa, les prometió a sus amigos que correría por Sevilla en calzoncillos cuando aprobase.

“Estábamos de fiesta cuando lo prometí, seis años después aprobé… ¡y se acordaron! La policía terminó escoltándome y todo. Había un revuelo tremendo, gente en los balcones, mis amigos con bicicletas, motos, megáfonos… incluso habían avisado a los periódicos. Entonces los policías decidieron encender las luces y escoltarnos más de 200 metros. ¡Esto sólo pasa en Andalucía, lo haces en otro sitio y te detienen!”, afirma de forma amistosa el notario.